
Contrario a la creencia popular, la rentabilidad de las Letras del Tesoro no es un simple porcentaje fijo superior a los depósitos, sino el resultado de variables que el ahorrador debe dominar.
- La rentabilidad real depende del precio de compra en subasta, influenciado directamente por las futuras decisiones de tipos del BCE.
- Los bonos corporativos ofrecen una prima de riesgo que puede multiplicar la rentabilidad de la deuda pública, pero con mayor riesgo de emisor.
Recomendación: Antes de invertir, evalúe su horizonte temporal y tolerancia al riesgo; mantener hasta el vencimiento es la clave para asegurar el rendimiento y evitar pérdidas en el mercado secundario.
Para el ahorrador conservador en España, el panorama ha sido desolador durante años: los depósitos bancarios y las cuentas corrientes ofrecían una rentabilidad nula o cercana al 0%, viendo cómo la inflación mermaba su poder adquisitivo. En este contexto, la subida de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) provocó una auténtica «fiebre» por las Letras del Tesoro, presentadas como la alternativa segura y, por fin, rentable. Largas colas en el Banco de España y un boom en las compras online demostraron el apetito por este producto.
La idea generalizada es simple: el Estado paga más que el banco, y es igual de seguro. Sin embargo, esta visión simplifica en exceso la realidad de los mercados de deuda. La rentabilidad de una Letra no es un regalo, sino el reflejo de unas expectativas económicas complejas. Conceptos como el precio de adquisición, el mercado secundario o la prima de riesgo de los bonos corporativos son a menudo ignorados, aunque son cruciales para tomar una decisión de inversión verdaderamente informada.
Pero, ¿y si la verdadera clave no fuera solo comparar la TAE de una Letra con la de un depósito, sino entender las fuerzas que mueven esa rentabilidad? Este artículo se aleja de los consejos superficiales para profundizar en los mecanismos que determinan su ganancia. Analizaremos por qué el precio de las Letras fluctúa, cómo se comparan realmente con los bonos de empresa, los riesgos que nadie menciona y las estrategias para optimizar su cartera de renta fija. El objetivo es que pueda pasar de ser un simple comprador a un inversor consciente.
A lo largo de las siguientes secciones, desglosaremos cada uno de estos factores para ofrecerle una visión completa. Este análisis le permitirá evaluar con criterio si la deuda pública es la opción más inteligente para su capital o si existen otras vías más adecuadas a su perfil.
Sumario: Guía comparativa de inversión en deuda pública y privada para el ahorrador
- ¿Por qué el precio de las Letras cambia en cada subasta y cómo le afecta si compra ahora?
- ¿Cómo comprar Letras del Tesoro directamente en la web del Banco de España sin pagar comisiones al banco?
- ¿Cómo funcionan los bonos de empresas y por qué pueden ser más rentables que la deuda pública?
- Bonos de empresas o del Estado: ¿cuál compensa más asumiendo un riesgo moderado?
- Riesgo de emisor o volatilidad de precio: ¿qué peligro debe preocuparle más en sus bonos?
- El riesgo de vender un bono antes del vencimiento que puede hacerle perder parte del capital
- ¿Cómo crear una «escalera de bonos» para tener liquidez cada año y aprovechar subidas de tipos?
- Tipos de interés al alza o a la baja: ¿qué hacer con su hipoteca variable hoy?
¿Por qué el precio de las Letras cambia en cada subasta y cómo le afecta si compra ahora?
A diferencia de un depósito donde se pacta un tipo de interés (TIN) sobre el capital, la rentabilidad de las Letras del Tesoro se basa en un mecanismo «al descuento». Usted no recibe un interés periódico; compra un título por debajo de su valor nominal (1.000 €) y, al vencimiento, recibe esos 1.000 €. Su ganancia es la diferencia. Por ejemplo, si compra una Letra a 12 meses por 970 €, su rentabilidad es de 30 €, lo que equivale a un 3,09% TAE. Por tanto, el precio de adquisición es la variable clave que determina su ganancia final.
Este precio no es fijo, se determina en una subasta competitiva. Los grandes inversores pujan y el precio medio resultante se aplica a las peticiones no competitivas, que son las de los pequeños ahorradores. El factor que más influye en ese precio es la expectativa sobre los tipos de interés del BCE. Si el mercado anticipa que el BCE bajará los tipos en los próximos meses, los inversores están dispuestos a pagar más hoy por las Letras (asegurándose una rentabilidad aún atractiva), lo que reduce la rentabilidad ofrecida en las nuevas subastas. Esto explica por qué, aunque los tipos sigan altos, la rentabilidad de las Letras ha ido descendiendo.
Esta dinámica es visible en la evolución reciente de las subastas. La rentabilidad, que alcanzó picos muy elevados, ha moderado su tendencia a medida que se consolidan las expectativas de futuras bajadas de tipos por parte del BCE, como muestra el siguiente cuadro.
| Plazo | Rentabilidad Sept 2024 | Rentabilidad Anterior | Mínimo desde |
|---|---|---|---|
| 3 meses | 2,860% | 3,215% | Marzo 2023 |
| 9 meses | 3,027% | 3,15% | Febrero 2023 |
Si compra ahora, «congela» la rentabilidad vigente en esa subasta hasta el vencimiento. Si los tipos siguen bajando, su Letra será más rentable que las nuevas emisiones. Si, por el contrario, los tipos repuntaran inesperadamente, se encontraría con un activo menos rentable que las nuevas oportunidades del mercado. Entender esta volatilidad es fundamental para planificar su inversión.

Como se puede apreciar, el precio no es una línea recta, sino que responde a las fuerzas del mercado. Su decisión de compra, por tanto, no solo se basa en la rentabilidad actual, sino en una apuesta sobre la dirección futura de la política monetaria. Mantener la inversión hasta el vencimiento le aísla de estas fluctuaciones intermedias, garantizando el retorno calculado en el momento de la compra.
¿Cómo comprar Letras del Tesoro directamente en la web del Banco de España sin pagar comisiones al banco?
Una de las mayores ventajas de las Letras del Tesoro para el pequeño inversor es la posibilidad de adquirirlas directamente a través de la Sede Electrónica del Tesoro Público. Este método elimina intermediarios y, lo más importante, las comisiones que suelen aplicar las entidades financieras. Aunque comprar a través de su banco es más cómodo, puede tener un coste significativo que reduce la rentabilidad neta de su inversión. Estas comisiones de gestión o custodia pueden ser un porcentaje sobre el nominal invertido.
Por ejemplo, algunas entidades cobran una comisión que puede mermar su ganancia final. Según las tarifas publicadas, esta comisión de intermediación puede rondar el 0,30% en las subastas. En una inversión de 10.000 € con una rentabilidad del 3% (300 € de ganancia), una comisión del 0,30% (30 €) se llevaría el 10% de su beneficio. Comprar directamente en el Tesoro, aunque requiere una configuración inicial, le asegura que el 100% de la rentabilidad generada sea para usted.
El proceso es completamente digital y seguro, aunque requiere disponer de un método de identificación electrónica válido en España, como el DNI electrónico, un certificado digital o el sistema Cl@ve. Una vez completado el alta, podrá participar en las subastas de forma recurrente con solo unos clics. Al vencimiento, el importe nominal (los 1.000 € por Letra) se ingresa directamente en la cuenta bancaria que haya vinculado, sin trámites adicionales.
Plan de acción: su compra de Letras en 7 pasos
- Acceso digital: Ingrese en la web oficial del Tesoro Público (tesoropublico.gob.es) y localice la sección «Compra y venta de valores».
- Identificación segura: Autentíquese con su DNIe, Certificado Digital o Cl@ve. Es el paso más crítico para garantizar la seguridad.
- Apertura de cuenta: Cree su «Cuenta Directa» en el Banco de España, indicando si es titular único o la comparte con otra persona.
- Vinculación bancaria: Asocie una cuenta IBAN de su titularidad. Aquí es donde recibirá el dinero al vencimiento de las Letras.
- Petición de compra: Navegue hasta la próxima subasta, elija el plazo (3, 6, 9 o 12 meses) y el importe nominal que desea invertir (múltiplos de 1.000 €).
- Firma digital: Confirme la operación utilizando la aplicación Autofirma en su ordenador. Es el equivalente a su firma manuscrita.
- Transferencia de fondos: Recibirá un email con los detalles para realizar la transferencia del importe a invertir a la cuenta del Banco de España, usando el boletín de suscripción como concepto.
Dominar este proceso le otorga una total autonomía sobre sus inversiones en deuda pública, maximizando su retorno al eliminar costes innecesarios. Es una pequeña inversión de tiempo inicial que se traduce en una mayor rentabilidad a largo plazo.
¿Cómo funcionan los bonos de empresas y por qué pueden ser más rentables que la deuda pública?
Mientras las Letras del Tesoro acaparan la atención mediática, los bonos corporativos representan una alternativa de renta fija que, a menudo, ofrece una rentabilidad superior. Un bono corporativo funciona de manera similar a la deuda pública: una empresa necesita financiación y, en lugar de pedir un préstamo bancario, emite deuda que los inversores pueden comprar. A cambio de este préstamo, la empresa se compromete a devolver el capital en una fecha de vencimiento y a pagar un interés periódico, conocido como cupón.
La razón principal de su mayor rentabilidad reside en el concepto de prima de riesgo. Invertir en una empresa, por muy sólida que sea, siempre se percibe como más arriesgado que invertir en un Estado soberano como España. Para compensar ese riesgo adicional (riesgo de emisor o de crédito), la empresa debe ofrecer a los inversores un interés más alto que el que ofrece el Tesoro para un plazo similar. Esta diferencia es la prima de riesgo. Por ejemplo, si el bono español a 5 años ofrece un 3%, un bono de una gran empresa del IBEX 35 a 5 años podría ofrecer un 4% o más.
Muchas de las grandes compañías españolas dependen en gran medida de esta vía de financiación. De hecho, para algunas, los bonos representan la principal fuente de capital, superando a los préstamos bancarios. Esto se debe a que les permite diversificar sus fuentes de financiación y acceder a un mercado de capitales global. Empresas como Telefónica o Colonial financian más del 80% de su estructura mediante la emisión de bonos, lo que crea un mercado profundo y con múltiples oportunidades para los inversores.
Sin embargo, el acceso a este mercado es más complejo para el pequeño ahorrador. A diferencia de las Letras, que tienen una inversión mínima de 1.000 €, los bonos corporativos suelen negociarse en tramos mucho más grandes. De hecho, la inversión mínima habitual en bonos corporativos supera ampliamente los 1.000€ de las Letras del Tesoro, situándose a menudo en 50.000 € o 100.000 € por operación. Esto hace que la inversión directa sea inaccesible para la mayoría, que suele canalizarla a través de fondos de inversión especializados en renta fija corporativa.
Bonos de empresas o del Estado: ¿cuál compensa más asumiendo un riesgo moderado?
La elección entre deuda pública y deuda corporativa se reduce a un arbitraje entre seguridad y rentabilidad. Asumiendo que el inversor busca un riesgo moderado, la pregunta es: ¿la rentabilidad adicional que ofrecen los bonos de empresa compensa el riesgo extra que se asume en comparación con la deuda soberana española? La respuesta está en analizar la calidad crediticia del emisor y la prima de riesgo ofrecida.
Los bonos de empresas con calificación de «grado de inversión» (investment grade, rating BBB- o superior) son los que mejor encajan en un perfil de riesgo moderado. Estas son compañías financieramente sólidas, con modelos de negocio estables y una baja probabilidad de impago. Aunque su riesgo es mayor que el del Reino de España (considerado el activo «libre de riesgo» de referencia en el país), es un riesgo acotado y conocido. Invertir en estas empresas permite capturar una prima de riesgo atractiva sin aventurarse en el terreno de la deuda de alto rendimiento (high yield), mucho más especulativa.
La rentabilidad puede ser significativamente mayor. Mientras un bono del Estado español a 5 años puede rendir en torno al 3%, no es raro encontrar bonos de empresas de primer nivel del IBEX 35 con vencimientos similares que ofrecen rentabilidades del 4%, 5% o incluso más. Esta diferencia, de uno o dos puntos porcentuales, tiene un impacto enorme en el crecimiento del capital a largo plazo gracias al interés compuesto.
Estudio de caso: La rentabilidad de los bonos de IAG (Iberia) vs. Bonos del Estado
Un ejemplo claro de esta prima de riesgo se encuentra en empresas del sector turístico y de infraestructuras. Según un análisis de mercado, los bonos de compañías como IAG (matriz de Iberia) se encuentran entre los más rentables del IBEX 35. Por ejemplo, el bono de IAG con vencimiento en marzo de 2029 ofrecía en el mercado secundario una rentabilidad cercana al 7,9%. Esta cifra contrasta drásticamente con el rendimiento de un Bono del Estado español a un plazo similar, que se situaría en el entorno del 3%-3,5%. El inversor está siendo compensado con más de 4 puntos porcentuales extra por asumir el riesgo específico de la aerolínea, un riesgo considerado moderado dentro del espectro corporativo.
En definitiva, para un inversor dispuesto a asumir un pequeño escalón de riesgo adicional, los bonos corporativos de empresas solventes ofrecen una ecuación rentabilidad-riesgo muy superior a la deuda pública. La clave es diversificar y no concentrar la inversión en un único emisor, y hacerlo preferiblemente a través de fondos de inversión para acceder a este mercado con importes asequibles.
Riesgo de emisor o volatilidad de precio: ¿qué peligro debe preocuparle más en sus bonos?
Al invertir en renta fija, el ahorrador se enfrenta a dos peligros principales: el riesgo de emisor y el riesgo de tipo de interés (que genera volatilidad en el precio). Es crucial entender cuál de los dos es más relevante para su estrategia. El riesgo de emisor (o de crédito) es la posibilidad de que la entidad a la que le ha prestado dinero —sea el Estado o una empresa— no pueda devolverle el capital o pagar los intereses. Este es el riesgo más temido, ya que puede suponer la pérdida total de la inversión.
Para medirlo, existen las agencias de calificación como S&P, Moody’s o Fitch, que asignan una nota (rating) a los emisores. Un rating alto (AAA, AA, A) indica una probabilidad de impago extremadamente baja. Para un inversor conservador, este es el riesgo primordial. En este sentido, la deuda del Estado español es considerada muy segura. Por ejemplo, según S&P Global Ratings, el Estado español tiene mejor calificación que la mayoría de empresas del IBEX 35, con un rating ‘A’, firmemente en la categoría de «grado de inversión». Una empresa como Iberdrola, pese a su solidez, tiene un rating ‘BBB+’, ligeramente inferior.
El segundo peligro es la volatilidad de precio, también llamado riesgo de tipo de interés. Si los tipos de interés suben en el mercado, los bonos ya emitidos con un cupón más bajo pierden atractivo y su precio en el mercado secundario cae. Este riesgo, sin embargo, solo le afecta si necesita vender el bono antes de su vencimiento. Si su intención es mantener la inversión hasta el final, las fluctuaciones de precio intermedias son irrelevantes: al vencimiento, usted recibirá el 100% del valor nominal pactado. Por tanto, para un inversor a vencimiento, este riesgo es secundario.
Para el ahorrador conservador cuyo objetivo es preservar el capital y obtener una rentabilidad predecible, el riesgo de emisor debe ser la principal preocupación. Por ello, la deuda pública española o los bonos de empresas con los ratings crediticios más altos son las opciones más adecuadas. La volatilidad del precio es un factor a vigilar, pero que se neutraliza completamente con una estrategia de comprar y mantener (buy and hold).
El riesgo de vender un bono antes del vencimiento que puede hacerle perder parte del capital
El principal mantra para un inversor conservador en renta fija es «mantener hasta el vencimiento». La razón es simple: es la única forma de garantizar la rentabilidad pactada y evitar el riesgo más común y menos entendido: la pérdida de capital por una venta anticipada. Cuando compra una Letra o un Bono, usted «congela» una rentabilidad. Pero si necesita liquidez y decide venderlo en el mercado secundario antes de que venza, su título competirá con las nuevas emisiones.
Aquí es donde entra en juego el riesgo de tipo de interés. Si desde que usted compró su bono los tipos de interés han subido, las nuevas emisiones ofrecerán una rentabilidad mayor. Para que alguien le compre su bono «antiguo» y menos rentable, usted tendrá que vendérselo con un descuento sobre su valor teórico. Esta venta por debajo del precio esperado se traduce en una pérdida de capital. Por ejemplo, si compró una Letra a 12 meses por 970 € (con una ganancia esperada de 30 €) y a los seis meses los tipos de interés suben drásticamente, el precio de su Letra en el mercado secundario podría caer a 960 €. Si la vende, no solo no habrá ganado nada, sino que habrá perdido 10 € sobre su inversión inicial.
Este riesgo es mayor cuanto más largo es el plazo del bono. Un bono a 10 años es mucho más sensible a las variaciones de tipos que una Letra a 3 meses. Además, la venta no siempre es fácil ni inmediata. Aunque existe un mercado secundario para la deuda pública (SEND), este no tiene la misma agilidad que el mercado de acciones. De hecho, el mercado secundario español SEND tiene menos liquidez que el mercado de acciones, lo que significa que podría tardar en encontrar un comprador al precio deseado.

La imagen de una escalera descendente simboliza perfectamente esta posible pérdida de valor. La única manera de asegurarse de llegar al final del trayecto con el 100% de su capital más los intereses es no bajarse a mitad de camino. Por ello, antes de invertir en renta fija, es crucial asegurarse de que no necesitará ese dinero antes del vencimiento. La planificación de la liquidez es tan importante como la elección del activo.
Puntos clave a recordar
- La rentabilidad de las Letras se fija por el precio de compra en subasta, no por un interés fijo, y depende de las expectativas de tipos del BCE.
- Comprar directamente en la web del Tesoro Público elimina comisiones bancarias, que pueden llegar al 0,30%, maximizando su TAE neta.
- El riesgo principal para un inversor a vencimiento es el de impago del emisor, no la volatilidad del precio, que solo afecta si se vende anticipadamente.
¿Cómo crear una «escalera de bonos» para tener liquidez cada año y aprovechar subidas de tipos?
Una de las estrategias más inteligentes y sencillas para un inversor en renta fija es la «escalera de bonos» o «bond laddering». Esta técnica consiste en diversificar la inversión no por emisor, sino por fecha de vencimiento. En lugar de invertir todo su capital en un único bono a largo plazo, lo divide en partes iguales y compra bonos con vencimientos escalonados: a 1, 2, 3, 4 y 5 años, por ejemplo.
Esta estructura ofrece dos ventajas fundamentales. La primera es la liquidez periódica. Cada año, una parte de su cartera (un «peldaño» de la escalera) vence, devolviéndole el capital. Esto le proporciona un flujo de caja regular sin necesidad de vender activos en el mercado secundario y, por tanto, sin exponerse al riesgo de pérdida de capital por una venta anticipada. Puede usar esa liquidez para sus gastos o, si no la necesita, reinvertirla.
La segunda ventaja es la mitigación del riesgo de tipo de interés. Al tener vencimientos anuales, no tiene todo su capital «atrapado» en un bono a largo plazo con una rentabilidad fija. Si los tipos de interés suben, cada vez que un peldaño de su escalera venza, podrá reinvertir ese dinero en un nuevo bono a largo plazo (por ejemplo, a 5 años) que capture los nuevos tipos más altos. Esto permite que su cartera se adapte gradualmente a las nuevas condiciones del mercado, promediando la rentabilidad y aprovechando las subidas. Con esta estrategia, los rendimientos actuales de las Letras del Tesoro están en niveles cercanos al 3%, y una escalera permite capturar rentabilidades similares de forma recurrente.
Plan de acción: su escalera de Letras en 5 pasos
- Defina el capital total: Determine la cantidad total que desea destinar a su escalera de renta fija (ej: 12.000 €).
- Divida en tramos: Reparta el capital en tramos iguales según los plazos disponibles. Para Letras, puede usar 3, 6, 9 y 12 meses (ej: 4 tramos de 3.000 €).
- Realice la compra inicial: Adquiera simultáneamente Letras para cada uno de los plazos definidos con los tramos de capital correspondientes.
- Planifique la reinversión: A medida que cada tramo venza (primero el de 3 meses, luego el de 6, etc.), reinvierta sistemáticamente el capital más los intereses en el plazo más largo disponible (12 meses).
- Automatice y revise: Mantenga el ciclo de reinversión para asegurar una liquidez trimestral y una rentabilidad promedio estable. Revise la estrategia anualmente para ajustarla a sus necesidades.
Construir una escalera de bonos transforma una inversión pasiva en una estrategia dinámica y resiliente, que le proporciona flexibilidad y le protege contra la incertidumbre de los movimientos de los tipos de interés.
Tipos de interés al alza o a la baja: ¿qué hacer con su hipoteca variable hoy?
Para los millones de españoles con una hipoteca a tipo variable, las decisiones del BCE tienen un impacto directo y mensual en su cuota. Ante la disyuntiva de tener un capital disponible, surge una pregunta clave: ¿es más rentable amortizar anticipadamente la hipoteca o invertir ese dinero en un producto seguro como las Letras del Tesoro? La respuesta correcta depende de una simple comparación matemática: la rentabilidad de la inversión frente al coste de la deuda.
La decisión óptima se basa en comparar la TAE que puede obtener con las Letras del Tesoro (neta de impuestos) con el tipo de interés que está pagando por su hipoteca (Euríbor + diferencial). Si el coste de su hipoteca es superior a la rentabilidad que puede obtener invirtiendo, la opción más inteligente financieramente es siempre amortizar la deuda. Cada euro que amortiza le está «rentando» el interés que se ahorra. Por el contrario, si la rentabilidad de las Letras supera el coste de su hipoteca, podría tener sentido invertir.
La siguiente tabla ilustra los escenarios más comunes para ayudar en la toma de decisiones, mostrando que en la mayoría de contextos actuales, la amortización sigue siendo la opción prioritaria.
| Escenario | Rentabilidad Letras | Coste Hipoteca (Euríbor+diferencial) | Decisión óptima |
|---|---|---|---|
| Euríbor bajo | 2,5%-3% | 3%-4% | Amortizar hipoteca |
| Euríbor alto | 3%-3,5% | 4,5%-5,5% | Amortizar hipoteca |
| Spread favorable | 3,5%+ | 3% o menos | Invertir en Letras |
Más allá de la matemática pura, existe un concepto interesante que algunos expertos proponen como estrategia intermedia. Como explica Antonio Sanabria en un análisis para COPE Economía:
La ‘cobertura psicológica’ consiste en usar los rendimientos de las Letras para compensar el aumento de la cuota hipotecaria. Si su hipoteca sube 200€/mes por el Euríbor, una inversión de 80.000€ en Letras al 3% genera 200€/mes que neutraliza ese impacto
– Antonio Sanabria, Análisis COPE Economía
Esta táctica no es la más eficiente desde el punto de vista financiero si el tipo de la hipoteca es superior, pero proporciona una estabilidad mental al titular de la hipoteca, manteniendo la cuota «efectiva» estable y preservando la liquidez del inversor. La decisión final, por tanto, debe ponderar tanto el análisis objetivo de costes como las necesidades de liquidez y la tranquilidad personal.
Preguntas frecuentes sobre ¿Son rentables las Letras del Tesoro español comparadas con los depósitos bancarios actuales?
¿Qué riesgo tiene mayor impacto para un inversor conservador?
Para inversores que mantienen hasta vencimiento, el riesgo de emisor es el único relevante. En Letras del Tesoro español este riesgo es extremadamente bajo, ya que está garantizado por el Estado.
¿Cómo afecta la volatilidad si no vendo antes del vencimiento?
La volatilidad del precio no afecta en absoluto si mantiene el bono hasta su vencimiento. Recibirá el 100% del nominal independientemente de las fluctuaciones intermedias que haya experimentado el valor en el mercado secundario.
¿Qué rating crediticio se considera ‘investment grade’?
Se considera «grado de inversión» (investment grade) cualquier rating de BBB- o superior según las principales agencias de calificación. España, con un rating ‘A’, se encuentra cómodamente en esta categoría, lo que indica una alta calidad crediticia.